(Gentileza de La Voz Del Interior)
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martes, 24 de marzo de 2009
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lunes, 1 de diciembre de 2008
LA VOZ DEL INTERIOR Domingo 23 de Noviembre 2008
http://www2.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=466437
Comentario
”Sísifos”
Calificación: Buena
Dirección y coreografía: Emilia Montagnoli.
Vestuario: Santiago Pérez.
Composición y dirección musical: José Halac.
Intérpretes: Grupo Ingesto.
Actores: Ricardo Bertone y Juan Santiago.
Cantante: María Cristina Acosta. 50’. Capilla del Buen Pastor.
El ámbito imponente de la Capilla del Buen Pastor deviene en la sala donde se presenta Sísifos, de la coreógrafa cordobesa Emilia Montagnoli. El público, dispuesto en dos filas enfrentadas, asiste a una especie de performance que se desarrolla, en gran parte, en la nave de la ex capilla, entre penumbras y luces al ras del suelo.
Emilia Montagnoli cumple 30 años con la danza en Córdoba y decidió festejar con la creación de un nuevo grupo de bailarines jóvenes. Ingesto tiene la frescura de los debutantes, en la difícil tarea de poner en marcha un concepto maduro, una estética que Montagnoli ha indagado a lo largo de los años. La contemporaneidad ha sido un tópico en la agenda creativa de Emilia.
En Sísifos, los bailarines asumen poses gimnásticas sobre una rítmica urbana. Mientras tanto, la cantante lírica María Cristina Acosta ofrece su aria aprovechando la caja de resonancias de ese espacio extraordinario.
En la nave central, los bailarines, de mochila, trajes de baño y espíritu deportivo componen un grupo de viajeros en medio de la noche. Hay linternas que encandilan al público y, en general, un diseño de iluminación que logra atmósferas en ese espacio que carece de parrilla para colgar luces. Los movimientos automáticos y la música contemporánea se oponen a la melodía doliente del aria.
Ingesto debutó junto a su maestra y directora en un espectáculo en el que, por momentos, se perciben problemas en el manejo de la energía.
Montagnoli incorpora además a dos actores. Ricardo Bertone y Juan Santiago hablan con palabras sueltas. Bertone abre la puerta que da a la calle y su silueta se recorta. Son dos hombres que jamás logran una conversación. Sus voces suman un nuevo estímulo: la palabra en su materialidad, reñida con la idea de comunicación.
Sísifos es un espectáculo fuertemente visual, motivador. Montagnoli tiene una intervención breve y muy bella, con un muñeco de plástico que torsiona sobre su regazo.
Sólo hay que objetar que el público, ubicado en las hileras enfrentadas, debe arreglárselas para seguir las escenas en la nave de la ex capilla. La disposición de las sillas conspira contra el disfrute de escenas como la apoteosis de plásticos y botellas, o la imagen de esos cuerpos embolsados, inertes, en un paisaje apocalíptico.
Comentario
Montagnoli, entre la belleza y la energía vital de los cuerpos
”Sísifos”
Calificación: Buena
Dirección y coreografía: Emilia Montagnoli.
Vestuario: Santiago Pérez.
Composición y dirección musical: José Halac.
Intérpretes: Grupo Ingesto.
Actores: Ricardo Bertone y Juan Santiago.
Cantante: María Cristina Acosta. 50’. Capilla del Buen Pastor.
El ámbito imponente de la Capilla del Buen Pastor deviene en la sala donde se presenta Sísifos, de la coreógrafa cordobesa Emilia Montagnoli. El público, dispuesto en dos filas enfrentadas, asiste a una especie de performance que se desarrolla, en gran parte, en la nave de la ex capilla, entre penumbras y luces al ras del suelo.
Emilia Montagnoli cumple 30 años con la danza en Córdoba y decidió festejar con la creación de un nuevo grupo de bailarines jóvenes. Ingesto tiene la frescura de los debutantes, en la difícil tarea de poner en marcha un concepto maduro, una estética que Montagnoli ha indagado a lo largo de los años. La contemporaneidad ha sido un tópico en la agenda creativa de Emilia.
En Sísifos, los bailarines asumen poses gimnásticas sobre una rítmica urbana. Mientras tanto, la cantante lírica María Cristina Acosta ofrece su aria aprovechando la caja de resonancias de ese espacio extraordinario.
En la nave central, los bailarines, de mochila, trajes de baño y espíritu deportivo componen un grupo de viajeros en medio de la noche. Hay linternas que encandilan al público y, en general, un diseño de iluminación que logra atmósferas en ese espacio que carece de parrilla para colgar luces. Los movimientos automáticos y la música contemporánea se oponen a la melodía doliente del aria.
Ingesto debutó junto a su maestra y directora en un espectáculo en el que, por momentos, se perciben problemas en el manejo de la energía.
Montagnoli incorpora además a dos actores. Ricardo Bertone y Juan Santiago hablan con palabras sueltas. Bertone abre la puerta que da a la calle y su silueta se recorta. Son dos hombres que jamás logran una conversación. Sus voces suman un nuevo estímulo: la palabra en su materialidad, reñida con la idea de comunicación.
Sísifos es un espectáculo fuertemente visual, motivador. Montagnoli tiene una intervención breve y muy bella, con un muñeco de plástico que torsiona sobre su regazo.
Sólo hay que objetar que el público, ubicado en las hileras enfrentadas, debe arreglárselas para seguir las escenas en la nave de la ex capilla. La disposición de las sillas conspira contra el disfrute de escenas como la apoteosis de plásticos y botellas, o la imagen de esos cuerpos embolsados, inertes, en un paisaje apocalíptico.
Espectáculos. La cantante lírica María Cristina Acosta, en una escena de "Sísifos".
martes, 4 de noviembre de 2008
LA VOZ DEL INTERIOR Domingo 16 de Noviembre 2008
http://www2.lavoz.com.ar/nota.
Emilia Montagnoli
La historia escrita en el cuerpo
La coreógrafa cumple 30 años con la danza en Córdoba y toma la sala de la capilla del Buen Pastor con "Sísifos", un espectáculo que, aclara, no tiene nada de místico. Emilia Montagnoli se preguntó qué hacer en una capilla desacralizada. "La idea es resignificar ese espacio por la acción del cuerpo. La energía, el relato y la memoria del lugar también desataron ideas", comenta Emilia que, además, confiesa que nunca había tenido la oportunidad de trabajar en un espacio tan generoso.
"El germen fue la cuestión de trabajar sobre el polímero, el término de la química que indica que la materia está formada por moléculas normales, o por moléculas gigantes o polímeros. Vi eso como el signo de la contemporaneidad. Esta cultura construida alrededor del polímero es una cultura que se nos mete en el formato de las relaciones. De tanto estar en el polímero, éste impacta en el modo de vinculación entre las personas", dice Montagnoli que ha creado un nuevo grupo de danza-teatro (el tercero en 30 años), Ingesto, con jóvenes de la Tecnicatura en Métodos Dancísticos y otros bailarines.
La obra que presenta Ingesto los domingos en la capilla del Buen Pastor se titula Sísifos. En ella se presentan distintos mundos: el sacro, presentado por una cantante que canta en vivo; el profano, presentado a través del recurso de las acciones físicas y el mundo de la intelectualidad, de la palabra queriendo llenar espacios vacíos. Los actores presentan ese mundo de la intelectualidad. En este esquema cabe preguntarse quiénes son los sísifos.
"Los espectadores", se apura a contestar Emilia. Ya se está hablando de un 'síndrome de Sísifo' en la cultura contemporánea, por el cual, el protagonista del mundo globalizado sabe que el producto de su trabajo es tomado, absorbido por un poder supremo y se pregunta '¿para qué trabajo?' ¿Para qué lleva Sísifo, en el mito, la piedra arriba de la montaña, si sabe que va a caer una y otra vez? Ese intento que se repite es parecido a la euforia permanente que no construye ningún sentido, porque vamos a un lugar que no se sabe qué es. Entonces, Sísifos, la obra, es el choque profundo entre este mundo profano y el sacro, como dos fuerzas que quieren alcanzarse, sabiendo que eso es inútil".
A partir de esa premisa, María Cristina Acosta canta y la música de José Halac suena. Hay un choque que no puede resolverse. Además, Santiago Pérez realizó un trabajo de acompañamiento en el proyecto.
Desde Anaconda. Emilia Montagnoli creó a principios de la década de 1980, durante la dictadura, el grupo Anaconda; después fue el tiempo fructífero de la Pequeña Compañía de Danza Contemporánea. "Es maravilloso el hecho de estar en contacto con los jóvenes. Queda demostrado que hay una comunidad activa alrededor de la danza, que hoy ha generado cantidad; lentamente se irán construyendo calidades". También la experiencia que compartió con otras tres coreógrafas y el Festival La Menage, hacen pensar en un "piso" para la danza contemporánea en Córdoba.
"En 30 años (y el número es lo de menos) una va viendo los cambios. Veo discursos que en los años 1980 tomábamos como emblemas porque todavía teníamos utopías, sin darnos cuenta de que todo eso se venía cayendo, porque la posmodernidad acontecía. Entonces, me pregunto, ¿seré posmoderna? No, y no me importa. Será el problema de los chicos de 20. Cuando va pasando el tiempo, una se pregunta cómo se logra estar vigente. Y da mucho miedo porque en este mundo en que vivimos, rápidamente todo envejece. ¡Es tal el vacío! Esa es la posmodernidad. También se han caído los discursos entendidos como resistencia", analiza.
Montagnoli cumplió 30 años empujando la piedra. "Y cada año otra vez. Sé que cada obra es una piedra", señala la coreógrafa que ha creado 27 obras en tres décadas. "Lo positivo es que hay mucha gente, muchas miradas y que podamos comprender que todos tenemos un lugar en el mundo, siendo posmodernos o no", concluye.
Para verla
"Sísifos". Domingos a las 21 y a las 22.30 en la capilla del Buen Pastor. Dirección y dramaturgia: Emilia Montagnoli. Composición y dirección musical: José Halac. Diseño de vestuario: Santiago Pérez. Actores: Ricardo Bertone y Juan Santiago. Cantante: María Cristina Acosta. Ingesto: Tomás Andrada, Gabriela Álvarez, Magalí Paulina, Claudio Castillo, Cecilia Cornavaca, Virginia Inés Delbino, Julieta Demarco, Carina Farinich, Araceli Gelleni, Martín Gil, Montserrat González, Micaela Moreno Magliano, Jesús Molina, Facundo Pusterla y Ana Victoria Rosso.
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